7.6.13

Un discípulo del maestro zen

Un discípulo del maestro zen Bankei fue sorprendido robando durante la clase. Todos los otros pidieron su expulsión, pero Bankei decidió no hacer nada.
Días después, el alumno volvió a robar y el maestro continuó callado. Disconformes, los otros discípulos exigieron que el ladrón fuera castigado, ya que el mal ejemplo no podía continuar.
-¡Cuán sabios sois! –dijo Bankei-. Habéis aprendido a distinguir lo correcto de lo equivocado, por lo que ya podéis estudiar en cualquier otro lugar. Pero este pobre hermano no sabe lo que está bien y lo que está mal, y solo me tiene a mí para enseñárselo.
Los discípulos nunca más olvidaron la sabiduría y generosidad del maestro Bankei, y el ladrón nunca más volvió a robar.
P.C.

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