El fotógrafo de los bosques. Las fotos de Takeshi Shikama huelen a tierra mojada y, pese al metro de distancia y la interposición del cristal, hacen llegar hasta quien las mira la húmeda caricia del musgo, el murmullo lejano del agua corriendo bajo la tierra, el lechoso calor de la luz que se cuela trabajosamente entre las hojas. Las fotos se miran, se contemplan, pero también se tocan, se huelen, se sienten. Shikama trabaja con una cámara de gran formato, que carga durante las horas que dedica a pasear por los bosques en busca de ese encuentro fortuito con el árbol que le generará la necesidad de hacer la foto. La foto. La única que le hará. Después la revelará de forma completamente artesanal sobre un papel tradicional japonés, llamado gampi, que él mismo imprime con emulsión de platino. 50 fotografías que componen Los murmullos del bosque. La magia del bosque.
I.M.
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