No quedas más que tú, no quedo más que yo en este extraño salón sin nadie que nos diga dónde, cómo y cuándo nos besamos. Tenía ganas ya de pasar junto a ti unos minutos soñando sin un reloj que cuente las caricias que te voy dando. Prometimos volver a vernos. Te he echado de menos todo este tiempo, he pensado en tu sonrisa y en tu forma de caminar. He soñado el momento de verte al lado mío dejándote llevar. Quedemos aquí contándonos secretos diciéndonos bajito que lo nuestro siempre será eterno. Que mis dedos corren entre tus dedos y con un suave desliz hago que se pare el tiempo.
P.A.
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