Todo en ella es asombroso. Encantos de la antigua Constantinopla. Basílica de Santa Sofía. El símbolo de Estambul, se ve casi desde cualquier parte. Mezquita Azul. Está recubierta en su interior por más de 20.000 azulejos de colores, la mayoría turquesa, verde y azul. Estrecho del Bósforo. Dar un paseo en barco, cruzar de una orilla a otra. Palacio Topkapi. Guarda una impresionante colección de objetos de lujo. Delicias turcas. Pastelerías. Los lokum, pastelitos de forma cuadrada hechos a base de almidón, azúcar y miel y con sabor a frutas. Torre Gálata. Para contemplar Estambul al atardecer.
R.M.
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